La Alquería, una pequeña joya escondida en la Comunidad Valenciana, es un municipio que, aunque a menudo pasa desapercibido frente a su vecino Montanejos, tiene una historia y un carácter únicos. Curiosamente, La Alquería se fundó antes que Montanejos, aunque pueda parecer al revés. Los dos pueblos están unidos por una acera peatonal de menos de un kilómetro, lo que permite disfrutar de la tranquilidad de ambos en apenas un paseo.
Un pueblo para perderse en él
La Alquería conserva el trazado de calles estrechas y laberínticas propias de su herencia árabe, lo que le da un aire pintoresco y auténtico. Caminar por sus calles es como viajar en el tiempo, con cada esquina ofreciendo una estampa perfecta de la tradición mediterránea. Es curioso que todas las calles del centro histórico son la Calle de los Desamparados, lo que lleva a los visitantes a preguntarse, ¿¡cómo lo harán los servicios de mensajería y reparto?!
Patrimonio histórico
En el corazón del pueblo destaca la Ermita de los Desamparados, su perfecto estado de conservación le aporta valor histórico y arquitectónico. Su campanario, su pórtico y los azulejos que lo adornan son elementos que llaman la atención de los visitantes, convirtiéndola en uno de los puntos más emblemáticos del municipio.
La ermita, construida en 1669, tiene un interior acogedor con pequeñas capillas a los lados de sus muros. En el altar mayor destaca una imagen de la Virgen de los Desamparados, acompañada de figuras de San José y la Inmaculada Concepción, colocadas a ambos lados. El suelo está decorado con figuras geométricas, y el techo tiene forma de bóveda de cañón con pequeñas ventanas que permiten la entrada de luz.
En el exterior, lo que más llama la atención es su campanario barroco, añadido en el siglo XVIII. Esta torre, que se alza sobre el techo de la ermita, es una versión más pequeña de los típicos campanarios barrocos valencianos.
Como detalle decorativo, el campanario incluye un zócalo de azulejos, que datan de entre finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Además, en 2017 se instaló la fuente que había en Campos de Arenoso, como homenaje a esta localidad que quedó bajo las aguas del embalse.
Naturaleza y relax
Uno de los secretos mejor guardados de La Alquería es su poza, un rincón natural que, aunque menos conocida que las famosas aguas de Montanejos, ofrece una experiencia igual de mágica. Su tranquilidad y belleza la convierten en un destino perfecto para quienes buscan escapar del bullicio turístico.
Ocio y gastronomía
La vida en La Alquería se completa con la cervecería La Ermita, un lugar que hace honor a su nombre con su encantadora terraza estilo chillout. Es un espacio ideal para disfrutar de una bebida o una comida mientras se disfruta del ambiente relajado del pueblo.
La esencia de lo tradicional
A pesar de los cambios que han transformado muchas localidades rurales, La Alquería mantiene el ambiente auténtico y característico de un pequeño pueblo mediterráneo. Su mezcla de historia, naturaleza y hospitalidad lo convierte en un lugar que merece la pena visitar y descubrir.
Las fiestas de La Alquería: la semana del 15 de agosto
Las fiestas de La Alquería se dedican a la Virgen de los Desamparados, que es el 15 de agosto, y suelen durar toda una semana y finalizar con ese día. En ellas, hay eventos musicales, taurinos, gastronómicos, y mucho más, pensados para todo tipo de público.
Además, las fiestas patronales de Montanejos, que empiezan el primer domingo de septiembre, dedican un día (el martes) a la Virgen de los Desamparados, oficiándose una misa y su posterior procesión en la ermita.
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